Letra
Que bueno es Dios con los justos
y los de corazón limpio.
Yo casi doy un mal paso,
casi quedo confundido.
Porque envidia mal la gente,
prosperando los he visto
para ellos no hay sin sabores
están sanos y engreídos.
Fatigan no sobrellevan
como el resto no han sufrido.
El orgullo es su collar,
la violencia su vestido.
Uy, uy, uy, sí, sí, sí,
Uy, uy, uy, sí, sí, sí,
La violencia es su vestido.
Irradia maldad su carne
y malas ideas su alma,
insultan y desde arriba
con presiones amenazan.
Cielo y tierra desafían
con lenguas siempre afiladas
y el pueblo se vuelve a ellos
y se beben sus palabras.
Así dice que el obra el mal
“Dios ni sabe lo que pasa”,
pues los hace tan seguros
su riqueza acumulada
Uy, uy, uy, sí, sí, sí,
Uy, uy, uy, sí, sí, sí,
su riqueza acumulada.
Si es así para que
en la inocencia me limpio,
y lucho cada jornada
y a la noche me corrijo.
Si digo “hablaré como ellos”
reniego de ser tu hijo.
Así meditaba el tema
que difícil se me hizo.
Hasta que entré en tu misterio
y ví claro su destino:
los pones donde resbalan
van derecho al precipicio.
Uy, uy, uy, sí, sí, sí,
Uy, uy, uy, sí, sí, sí,
Van derecho al precipicio.
También como terminan
su fin llega en un momento,
desprecias, Señor, sus sombras
como el despertar de un sueño.
Por eso al agriarse mi alma
punzando del bronca el pecho
yo era un irracional,
era un ignorante y necio.
Si vos siempre estás conmigo
tomás mi brazo derecho
me guías según tus planes
me llevás a lo más pleno.
Uy, uy, uy, sí, sí, sí,
Uy, uy, uy, sí, sí, sí,
Me llevás a lo más pleno.
Si tengo a Dios en el cielo
el mundo ya no me llena,
pues mi carne y mi corazón
buscan a quien es mi herencia.
Se pierden y se destruyen
aquellos que te desprecien.
Oh Dios para mí es lo bueno
estar junto a tu presencia.
Hacer de vos mi refugio
y golpear en cada puerta
contándole a nuestra gente
de tu activa Providencia
Uy, uy, uy, sí, sí, sí,
Uy, uy, uy, sí, sí, sí,
De tu activa Providencia.
